miércoles, 3 de junio de 2015

Alguna vez has abrazado a un árbol para sentir su palpitar...


Hola’s alguna vez has abrazado a un árbol para sentir su palpitar, te has dejado seducir al mirar y sentir el calor de una fogata, te has quedado dormido con el sonido
de un riachuelo o del arrullo del mar, o le has hablado a una planta etc.???

En fin miren lo q encontré: Les dejo un pequeño extracto del estudio por q se q les gusta leer poco y para los interesados les dejo el link al final por si quieren leerlo completo.

¿Por qué debes caminar descalzo por el bosque? o la importancia de reconectarse con la naturaleza

“El arte de la medicina consiste en entretener al paciente mientras
la naturaleza cura la enfermedad”.- Voltaire

Es fascinante analizar la
salud a través del prisma de la evolución humana. Nuestro pasado esconde muchas formas de mejorar la salud, recuperando los estímulos naturales que nos moldearon a lo largo de nuestra historia. Desde recuperar nuestro ritmo circadiano, exponernos al frío, ensuciarnos más, ayunar de vez en cuando, pasar menos tiempo sentado etc. En definitiva, salir un poco del zoo humano que hemos creado.

Por desgracia, la medicina moderna, muy orientada a recetar fármacos y practicar cirugías, presta poca atención a nuestra naturaleza. Y es una lástima, porque como decía Martin Fischer, “el médico debe aliarse con la naturaleza, ya que ésta hace más de la mitad del trabajo sin pedir nada a cambio“.
Cuando hablamos de “natural” nos referimos muchas veces a los alimentos, evitando la comida industrial, o a replicar patrones de movimiento naturales. Ambos son muy importantes, pero hoy hablaremos de reconectarnos con la naturaleza en un sentido más literal.

Camina descalzo

En este caso no sirve calzado minimalista o sandalias. No debe existir goma, madera o cualquier material aislante entre tus pies y el suelo. Tu piel debe estar en contacto con la piel de la tierra. Caminar descalzo en un bosque es la opción ideal. La arena de la playa también sirve y corres menos riesgo de recibir miradas extrañas. La próxima vez que vayas a un parque quítate los zapatos (y calcetines) y apoya los pies sobre el césped durante media hora.

Báñate en la naturaleza

El agua del mar es otra excelente fuente de electrones, y también puede servir un río, lago o aguas termales. Al estar completamente sumergido tienes mucha más exposición de tu piel a la naturaleza.  Lo siento, las piscinas no cuentan.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Deja tu opinión