El ser humano nace con unas 2 a 5 millones de glándulas
sudoríparas, las cuales en su mayoría se activan cuando llegamos a la pubertad;
sin embargo cada persona suda distinto debido a que la cantidad de glándulas
sudoríparas activas y su producción de sudor dependen de factores como el
género, la genética, el peso y el estado físico.
Lo anterior es válido para las personas que tienen una
sudoración considerada “normal” esto es cuando el sudor no afecta su vida
social. Por otro lado también existen condiciones médicas que dictan quién suda
más o en raras ocasiones quién suda menos.
La sudoración excesiva también conocida como hiperhidrosis,
es la producción extrema de sudor por causas distintas al ejercicio físico. En
el otro extremo está la ausencia de sudor o anhidrosis, ésta condición médica
puede tener consecuencias mortales a diferencia de la sudoración excesiva que
solo afecta la calidad de vida.
La hiperhidrosis y la anhidrosis usualmente deben ser
tratadas por el médico dermatólogo quién es el encargado de sugerir los
tratamientos más adecuados para cada caso, la mayoría de las personas que sudan
dentro del rango considerado como normal, tienen la posibilidad de usar los
productos antitranspirantes que son diseñados y elaborados teniendo en cuenta las
necesidades de cada persona, por esto es importante conocer quiénes tienen más
probabilidad de sudar en exceso. Los factores principales que determinan la
sudoración en las personas son:
1. Género:
Los hombres tienen menor cantidad de glándulas sudoríparas
que las mujeres, pero aunque son más pocas son mucho más activas, por lo cual
los hombres normalmente sudan más que las mujeres bajo una intensidad de
ejercicio similar.
2. Peso:
Las personas con alguna clase de sobrepeso usualmente sudan
más profusamente que alguien con un peso promedio, esto se debe a que la grasa
actúa como un elemento aislante que eleva la temperatura corporal y obliga al
cuerpo y a sus glándulas a producir más sudor.
3. Estado físico:
Las personas con un buen estado físico sudan más durante el
ejercicio intenso. Un cuerpo humano en forma, empieza a sudar a una temperatura
menor a la usual, al parecer el cuerpo de estas personas es más eficiente y
anticipa el aumento de temperatura demorando el tiempo requerido para alcanzar
una temperatura crítica, así las personas en buena forma física tienen mayor
capacidad de mantener regulada la temperatura corporal cuando se encuentran
bajo ejercicio físico intenso.
Por: Vanesa Giraldo,
Dermatóloga profesional.
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